Encuentro Educativo
Ads

< Volver a la portada

Artículo publicado en: Sin categoría » Recursos de formación (num. 3)


Perder el miedo al bilingüismo

¿Qué quiere decir ser bilingüe? Una persona bilingüe es aquella que puede entender, comunicarse y expresarse de una forma clara, perfecta y precisa en dos idiomas distintos. Si esta persona hace lo mismo con más de dos idiomas, se le denomina plurilingüe.

Nunca es demasiado pronto (o tarde) para aprender un nuevo idioma. Cuanto más pequeño sea el niño, más facilidades tendrá para escuchar, aprender otro idioma, y convertirse en bilingüe. Parece ser que esta facilidad para aprender otro idioma, además del materno, según los expertos, se debe a que en los primeros años de la infancia se desarrollan determinadas zonas del cerebro fundamentales en el aprendizaje lingüístico. Algunos estudios demuestran que el niño que habla dos idiomas desarrolla más rápido ciertas destrezas como la atención selectiva, una habilidad para concentrarse en detalles importantes, y no hacer caso a la información confusa o que distrae.

Según algunos investigadores, estos niños crecen como si tuviesen dos seres monolingües alojados dentro de su cerebro. Cuando dos idiomas están bien equilibrados, los niños bilingües tienen ventaja de pensamiento sobre niños monolingües, lo que quiere decir que el bilingüismo tiene efectos positivos en la inteligencia y en otros aspectos de la vida del niño, como he comentado. Esto no representa ningún tipo de contaminación lingüística ni retraso en el aprendizaje. Es mejor el aprendizaje precoz, es decir, hablar a los niños ambos idiomas desde su nacimiento, pues permite el dominio completo de la lengua, al contrario de lo que sucede si se enseña la segunda lengua a partir de los tres años de edad. Además de todo lo expuesto, determinados expertos sostienen que estos niños son más creativos y desarrollan mejor las habilidades de resolución de problemas, así como que el hecho de hablar un segundo idioma, aunque solo sea durante los primeros años de vida del niño, le ayudará a programar los circuitos cerebrales para que les sea más fácil aprender nuevos idiomas en un futuro.

Por otro lado, decir que el bilingüismo es una realidad en muchas familias. La inmigración es uno de los factores que crea la necesidad de aprender más de un idioma. En muchos hogares los niños se acostumbran a oír hablar a sus padres más de un idioma, sea por sus orígenes o porque simplemente quieran animar al niño a aprender un idioma de una forma más natural, en el día a día.

Otros padres, en cambio, consideran que el aprendizaje de un segundo idioma puede representar un freno e incluso un retraso en el desarrollo lingüístico del niño, aunque no existen pruebas concretas al respecto. Alguna que otra vez, el niño podrá mezclar alguna que otra palabra entre los dos idiomas, pero esos casos son normales al principio, principalmente cuando los idiomas presentan palabras semejantes. Sin embargo esos pequeños fallos suelen desaparecer con el tiempo.

De todo lo expuesto, se puede concluir que son muchas las ventajas a la hora de educar a un niño para que sea bilingüe. Todo dependerá de la forma en que se introduzca ese idioma. No se puede obligar a que el niño lo hable, lo importante es que lo vaya oyendo para familiarizarse con el mismo poco a poco, sin prisas ni obligaciones.

Por todo esto, desde la escuela infantil debemos concienciar a las familias de la importancia y ventajas que tiene este tema que nos ocupa, es decir, la importancia de que los niños aprendan, desde una edad temprana, una segunda lengua a la vez que la materna. Para llevar este objetivo a buen puerto, es primordial y fundamental el trabajo conjunto con las familias, así como con los especialistas en lengua extranjera, con los que trabajaremos “de la mano”.

Valoración de este artículo:

1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (Ninguna valoración todavía)
Cargando...

Información del artículo:

Fecha de publicación:
25 de marzo de 2009

Autor/a:
Mª Carmen Torres de la Peña

Etiquetas de contenido: