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¿Cómo trabajar con alumnos zurdos en la clase?

¿Cómo trabajar con alumnos zurdos en la clase? 3Hasta hace poco tiempo, concretamente en el siglo pasado (XX) a los zurdos se les amarraba la mano izquierda para obligarlos a usar la derecha. A veces no los aceptaban en las escuelas, y si lo hacían era para quitarles la maldición que les había tocado.

Actualmente la situación no ha mejorado, ya que ahora los zurdos son invisibles para la gran mayoría del sistema educativo, que en lugar de formar en el uso de la mano izquierda, «ha dejado que la inercia hiciera aparecer en estos niños muchos problemas de escritura que, de no ser corregidos a tiempo, pueden causar serios problemas posturales e incluso de aprendizaje». Y esto ha provocado que muchos de estos alumnos «se sienten marginados y resentidos porque saben que son distintos a la mayoría de sus compañeros de clase».

El problema es de raíz. En la Facultad de Magisterio, por ejemplo, no se explica, nada sobre cómo tratar la evolución de los alumnos zurdos.

Además, muchos padres y maestros, fuerzan a sus hijos y alumnos a la utilización de material de diestros en lugar de facilitarles el que necesitan. Esto puede convertirlos en «alumnos torpes», además de transformar su condición física en un complejo. Incluso, muchos padres aún te dicen esa frase tan típica de «como mi niño es zurdo…» y creen que eso les convierte en personas inferiores al resto.

Claro que existen recomendaciones, como las hechas por la psicopedagoga Judith Martínez así como la autora del libro: «El alumno zurdo. Didáctica de la escritura» de Monge Crespo, Mª Concepción, y de las que hablaremos mas adelante, ambas reflexionan sobre la importancia de la utilización de ciertos métodos para trabajar con los alumnos en el aula y de esta manera, mejorar su rendimiento.

Pero, ¿qué es un zurdo?

En el libro «El alumno zurdo. Didáctica de la escritura» de Monge Crespo, Mª Concepción, podemos encontrar la siguiente definición, entre otras: «Un Zurdo es todo alumno que escribe con su mano izquierda, que manifiesta y reafirma esta su lateralidad en las diversas actividades que realiza dentro y fuera del centro escolar, y quien a su vez es clasificado como tal por sus padres y profesores, excluyendo al que escribe con ambas manos, y además de saber que la zurdera no es un defecto».

El alumno zurdo no es menos inteligente que el resto, sólo tiene que irse adaptando al ambiente diestro en el que está inmerso. No se puede afirmar que la lateralidad manual izquierda lleve asociados determinados déficit en el lenguaje oral y escrito.

¿Cómo podemos saber si un alumno es zurdo?

Hay algunos métodos para la identificación de las preferencias laterales:

  • Autodefinición: es el mismo sujeto el que se define como diestro o zurdo.
  • Cuestionarios en el que se preguntan a través de las distintas actividades sobre la mano, ojo…que ellos utilizan para realizarlas, como los de Humphrey, Ante, Oldfield, Auzias, Jaodulle.
  • La prueba de Oseretsky es la que puede ayudar a determinar cuál es el nivel de preferencia en el ojo, oído, mano y pie. Ésta es una prueba neuropsicológica realizada en el consultorio de un psicólogo y que toma una, dos y hasta tres sesiones. Consta de una serie de ejercicios, donde el niño o el adolescente tiene que ir definiendo sus preferencias. La prueba, además de evaluar la lateralidad, detectará los procesos que no fueron consolidados y que están dando lugar a perturbaciones a nivel escolar.
  • La forma más segura de determinar la mano más usada en varias tareas es observar al individuo cuando las efectúa.

¿A qué edades podemos saber si un niño va a ser zurdo o diestro?

Cuando nacen, los niños son ambidiestros, pero una tendencia suele manifestarse en un periodo corto de tiempo. A los dos meses se empieza a producir un reparto de responsabilidades entre la mano de trabajo y la mano creativa. Es entre los 2 y 4 años cuando se establece la preferencia definitiva de una mano sobre otra, por tanto se puede afirmar con algún grado de seguridad que un niño es zurdo. Pero existe un periodo comprendido entre los tres y los siete años denominado periodo de quirilancia, más conocido como ambidiestrismo. Para comprobarlo lo antes posible hay que observar a los niños con atención en las actividades que realizan (pintar, asir y tomar cosas, comer, hacer fuerzas, etc.). Ser zurdo, no se refiere solamente a la mano, sino también la pierna, ojo y oído que no deben ser dejados de lado. Sólo alrededor de los 6 años, al inicio de la enseñanza básica, se tiene certeza respecto si el niño es diestro o zurdo, porque debe optar por una mano dominante para la escritura. Puede darse también lo que se denomina ‘lateralización cruzada’, cuando por ejemplo se es diestro de mano y zurdo de ojo, o viceversa.

¿Qué dicen los expertos?

Una teoría recién divulgada por el genetista del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, Amar Klar, en «La Tercera», plantea la hipótesis de que la mayoría de las personas tiene un gen dominante que los hace ser diestros. En tanto, a un 20 % de las personas les falta este gen, por lo que tienen una posibilidad al azar de ser diestro o zurdo (50 y 50 por ciento). Para Klar la presencia o ausencia de este gen corresponde a una condición genética convencional, como la que determina el color de los ojos o la calvicie. Es conocido como el»gen de la lateralidad».

Otros psicólogos creen que la lateralidad tiene que ver con aprendizajes de los niños de sus padres, influencia en el colegio o modelaje de sus allegados, como sus hermanos.

En todo caso, la mayoría de los investigadores toma distancia de estas posturas extremas representadas por el doctor Klar y quienes piensan que todo es aprendido postulan que la lateralidad de la persona está influida tanto por factores genéticos como ambientales.

Y lo que todos defienden es que en ningún caso la zurdera debe considerarse un defecto o una manía que hay que corregir. Es importante una adecuada lateralización, previo para el aprendizaje y desarrollo de la escritura y la completa madurez del lenguaje.

También coinciden, en que a los zurdos no hay que contrariarlos, es decir, no se les debe obligar a utilizar el lado derecho de su cuerpo. Es preciso respetarles la información genética que ellos traen. La psicopedagoga Judith Martínez destaca que hasta hace sólo algunos años, la tendencia era contrariar a los zurdos. Esto incidía en la aparición de dificultades en el aprendizaje de los procesos de escritura, lectura y lenguaje en general. Algunos zurdos se convertían en disléxicos, pues se les dificultaba la forma en que funcionaban sus cerebros en el procesamiento de la información verbal y en la traducción de los símbolos y los sonidos. Otros manifestaban tartamudez, porque, al no poder usar el lado de su cuerpo dominante, se les creaba ansiedad y mucha inseguridad.

Históricamente, por un miedo a lo que es diferente, se ha asociado a los zurdos con torpeza, retardo cognitivo y se pensaba que necesariamente tendrían problemas de aprendizaje. Sin embargo, la tendencia actual es que, si no son contrariados y se estimulan sus capacidades con su mano izquierda, no presentan problemas de aprendizaje.

Sin embargo otros estudios realizados, señalan todo lo contrario, que los zurdos son más inteligentes o creativos que los diestros, aunque hay un debate sin resolver dentro de la comunidad científica sobre cómo relacionar la inteligencia con la creatividad. Algunos estudios han demostrado que existe una pequeña correlación entre los zurdos y la creatividad-inteligencia. Esto pudiera deberse al hábito desde temprana edad de adaptar y crear recursos para uso personal, y no poderse valer de obras para diestros.

¿Cómo trabajar con ellos?

Los niños zurdos necesitan tolerancia y paciencia por parte de sus padres y profesores, no basta con dejar que se las arreglen solos con su mano izquierda, hay que acostumbrarlos a poco a enfrentarse con todas las tareas y quehaceres pensados para los diestros, partiendo por una de las primeras herramienta: las tijeras. Debemos de preocuparnos de que el niño use tijeras para zurdos, con lo cual el niño recuperará la confianza en si mismo.

El niño debe tener claro que no es anormal o posee alguna enfermedad y no tiene porque recibir bromas de sus compañeros. Una vez superado todos esos escollos, el niño funcionará y trabajará correctamente con su mano.

Mª Concepción Monge, en su libro, también nos señala que…

  • La elección de la mano para escribir se lleva a cabo hacia los seis años, profesores y familia debamos dejar que el niño escriba con la mano con la que el se siente más cómodo, ya sea la izquierda o la derecha, no se debe reprimir a un zurdo porque:
    • Escribir con la izquierda es un alivio y liberación.
    • La represión de la zurdera lleva lugar a trastornos.
    • Escribir con la izquierda, hacen que inicien la capacidad de poder hacerlo con la derecha, de forma que pueda sustituir a la izquierda en caso de necesidad.
  • Hay que ayudar al niño a que encuentre una posición confortable, que le permita el movimiento suave y fácil, es muy importante dotar al niño de los patrones de movimientos motores que le permiten escribir letras de forma automática.
  • Pautas para que un niño zurdo tenga una buena escritura:
    • Reconocer que la escritura con la mano izquierda es tan natural como escribir con la derecha.
    • El papel debe permanecer a la izquierda de una imaginaria linea media y su esquina derecha debe inclinarse hacia abajo.
    • La inclinación del cuaderno debe se tal que la mano, al mover todo el brazo desde el hombro, pueda dibujar una línea paralela a las líneas del cuaderno.
  • La posición de la mano es fundamental: hay zurdos que escriben con inversión y otros sin inversión, cada uno tiene que elegir la que más cómoda le resulte, intentando evitar la posición de barrido para que no se emborrone lo escrito (datos: 69.8% por encima, 24% por debajo, 6.2% emborrona).

La psicopedagoga Judith Martínez entrega algunas recomendaciones para facilitarles estas tareas:

  • La hoja: debe estar más hacia el lado izquierdo del niño zurdo y levemente inclinada hacia al lado derecho, lo que facilita el barrido de la mano al escribir, pues los zurdos tienden a arrastrarla cuando escriben si tienen la hoja totalmente derecha. Esto no se debe exagerar pues se puede caer en daños posturales y de columna.
  • El lápiz: deben aprender a tomarlo de la misma forma en que lo hacen los diestros sin buscarse posiciones que les acomoden.
  • La postura: los zurdos son muy rígidos, porque hacen un gran esfuerzo para acomodarse a reglas que no van con la natural progresión de su brazo al escribir, pues lo lógico para ellos es escribir de derecha a izquierda.
  • Escribir por debajo de la línea: Los zurdos al escribir con la muñeca en posición de gancho tienden a tapar lo que escriben y no tiene la posibilidad de saber si están escribiendo correctamente.
  • La ubicación para que los zurdos puedan seguir las instrucciones de sus profesores y padres debe ser de tal manera que el niño lo vea a uno en el mismo plano, para esto:
    • Como estos niños utilizan el lado izquierdo de su cuerpo, cada vez que los padres o los profesores les enseñan algo deben ponerse del lado izquierdo de él. O bien, si se le está enseñando a abrocharse los zapatos hay que ponerse al frente de él para utilizar el efecto espejo si el profesor o padre es diestro.
    • Los profesores deben ubicar a sus alumnos zurdos en las filas que están más hacia su derecha y en las de más adelante para favorecer el campo visual de la escritura. Esto se debe a que cuando el profesor está frente a ellos, deben tener buena visión desde su lado izquierdo. Si se trata de atención individual por parte de los profesores, éstos se deben ubicar al lado izquierdo del niño zurdo.

Bibliografía

  • «El alumno zurdo. Didáctica de la escritura» de Monge Crespo, Mª Concepción
  • www.hacerfamilia.net

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Información del artículo:

Fecha de publicación:
4 de noviembre de 2008

Autor/a:
Patricia Morales Romero

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