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Artículo publicado en: Sin categoría » Recursos de formación (num. 3)


El juego y la atención a la diversidad

Tal y como se recogió en la Asamblea General de Naciones Unidas (1959), jugar es un derecho de la infancia y los adultos hemos de velar por su  en  y  uno  los niños y niñas, en algunas situaciones se serias dificultades para el desarrollo de esta actividad. Evidentemente, tanto los niños/as con discapacidad como los que no cuentan con ella tienen derecho al juego y al acceso a los juguetes, pero lo cierto es que los primeros encuentran serias dificultades para poder usar muchos de los juegos y juguetes del mercado.

Utilizar el juego como método didáctico, como recurso y estrategia para la atención a la diversidad en nuestra labor como docentes, es un objetivo metodológico que debemos plantearnos cada curso escolar. Al igual que otras metodologías de enseñanza y aprendizaje no favorecen la atención individualizada de los alumnos, las metodologías lúdicas sí nos van a ofrecer la posibilidad de servir a los fines de la educación desde una respuesta educativa que va a tener en cuenta a los alumnos desde su individualidad, poniendo en marcha así uno de los principios de la atención a la diversidad.

La atención a la diversidad requiere realizar una educación individualizada, que no significa que el niño con dificultades o con algún tipo de discapacidad tenga que jugar solo, sino que se trata de tener en cuenta las características de cada uno para favorecer las posibilidades que el juego nos ofrece, con el fin de que todos se vean capaces y sientan el afán de jugar, participar plenamente en los juegos y no ser meros espectadores de lo que hacen los demás.

A la hora de desarrollar juegos es necesario echar mano de los principios de atención a la diversidad. El “principio de inclusión”, es un término que surge en los años 90 y que va sustituyendo al de integración. Se basa en que hay que modificar el sistema escolar para que responda a las necesidades de todos los alumnos, adaptando el sistema de alumno en vez de que sean éstos quienes se adapten al sistema. Además el “principio de compensación”, para que las diferencias humanas, sean cuales sean sus causas, no condicionen el acceso a la educación es necesario poner en marcha una serie de medidas que eviten esta situación de desventaja. Asimismo “el principio de “interculturalidad”, busca valorar las diferencias como algo enriquecedor y trata de favorecer el intercambio comunicativo. Del mismo modo el “principio de normalización”, en el sentido de favorecer y fomentar el encuentro entre las personas con discapacidad y las personas sin discapacidad, en el que comparte y aprenden juntos, reestructurando sus modos de ser y relacionarse, y por tanto ofreciendo la posibilidad de que las personas con discapacidad desarrollen un modo de viada tan normal como le sea posible.

Pero ¿qué sugerencias debemos tener en cuenta los docentes con respecto al juego? Pues bien, estas sugerencias pueden ser, entre otras, las siguientes:

  • Hay que partir siempre de la capacidad del niño, nunca de la discapacidad.
  • Hay que estar atentos a las señales del niño discapacitado durante el juego. Especialmente los discapacitados graves expresan aburrimiento o implicación excesiva.
  • Es importante conceder al niño discapacitado espacio para el movimiento y para la exploración y la iniciativa individual, así como la aceptación de variables del juego expuestas por estos.
  • Establecer contacto físico con los niños facilita la comunicación. El contacto físico es, muchas veces, más importante que la comunicación verbal.
  • Animar en el juego y contar con el apoyo de los educadores y profesionales.
  •  

Podemos encontrar una serie de técnicas muy utilizadas en el ámbito de la educación especial y que nos pueden ayudar durante el desarrollo de los juegos, consiguiendo que todos puedan jugar y que nadie deje de hacerlo por no proporcionarle una pequeña ayuda que va a permitir su continuidad en el juego. Estas técnicas y estrategias serian:

  • Apoyo físico: llamamos a poyo físico a la máxima proporción de ayuda que necesita una apersona para completar una tarea. Esto puede exigir que el educador tome con sus manos del niño y le acompañe de este modo en la realización de toda la tarea. El niño sentirá, por su parte, la acción.
  • Apoyo gestual: Estos consisten en indicaciones. Por ejemplo, señalar hacia una silla, apuntar con el dedo al asiento y atraer la atención del chico con golpecitos en el respaldo cuando queremos que se acerque a la silla y se siente en ella. El niño verá qué es lo que se le pide que haga.
  • Apoyo verbal: consisten en instrucciones sencillas dadas de palabra. Pueden utilizarse combinación con los apoyos gestuales y físicos. Para dar apoyos verbales se empieza por pronunciar el nombre del niño o niña y, a continuación, se le da una instrucción breve y sencilla. Por ejemplo: “María, dame la pelota”
  • Modelado: trata en hacer al niño o niña una demostración, para que vea las acciones que se quiere que se ejecute. Se aplica el modelado únicamente cuando el niño o niña posee capacidad imitativa.
  • Moldeado: es el procedimiento que se aplica para enseñar habilidades nuevas. Cuando se aplica el moldeado, las sucesivas aproximaciones a una conducta final son subrayadas mediante refuerzos. Primero se define la tarea a realizar y luego se subdivide en pequeños pasos sucesivos. Cuando el niño o niña intenta ejecutar cada una de estas etapas, se le refuerza y se le suprimen los apoyos físicos, se repite la tarea, se le refuerza y, finalmente, se suprimen los apoyos.
  • Eliminación: consiste en una reducción gradual, hasta llegar ala supresión completa, de los apoyos utilizados, según va aprendiendo y dominado el alumno o alumna por sí mismo las diversas tareas.

Debemos tener en cuenta como juzgan los alumnos de una clase a las personas discapacitadas y por ello es necesario llevar a cabo una serie de medidas para que acepten a estas personas tal y como son, conozcan su realidad, las ayuden, y las consideren como un alumno o alumna más de clase. Podemos llevar a acabo algunas actividades como por ejemplo:
 

  • Nombre de la actividad: Qué sentirías tú
  • Edad: de 8 a 11 años.
  • Duración: 1 hora.
  • Descripción: Los niños tendrán que superar diversas situaciones propuestas por el maestro, desde la perspectiva de tener una discapacidad física o sensorial.
  • Objetivos:

    • Conocer la realidad de otros niños.
    • Buscar alternativas que nos ayuden a la resolución de los problemas.
  • Contenidos:

    • Igualdad social.
    • Discapacidades físicas.
    • Empatía.
    • Adaptación de las rutinas diarias.
    • Desarrollo de los sentidos.
    • Respeto a todas las personas.
    • Cooperación.
  • Preparación:

    Marcar con anterioridad el recorrido y preparar los obstáculos y el material a utilizar. Buscar el mensaje en el video.

    Dividimos el aula en grupos de 5 ó 6 niños o niñas. El primer tramo se realizará con los ojos tapados (ciegos) y los alumnos y alumnas tendrán que ir descubriendo diferentes sensaciones (por ejemplo con el tacto) y sortear a la vez una serie de obstáculos. El segundo tramo se orienta a las discapacidades físicas, los niños deberá simular una situación cotidiana (por ejemplo comprar chucherias). Habrá obstáculos que servirán para enfrentarse y enseñarles las barreras arquitectónicas con las que se encuentran diariamente estas personas. El tercer tramo consistiría en un visionado de un video sin sonido, donde deberán descubrir el mensaje que se les intenta trasmitir a través de las imágenes. La actividad finalizará con un pequeño debate donde los alumnos y alumnas constarás sus sensaciones, su experiencia, sus sentimientos e inquietudes encontradas en el desarrollo de la actividad.

  • Materiales:

    • Pañuelos.
    • Video.
    • Obstáculos naturales y artificiales.
    • Muletas (con un poco de celo podemos inmovilizar las extremidades inferiores y superiores).
    • Diferentes tipos de papel (rugoso, liso, mojado, etc.).
  • Evaluación:

    • ¿Cómo nos hemos sentido?
    • ¿Nos ha resultado fácil?
    • ¿Qué problemas hemos tenido?
    • ¿Nos ponemos en el lugar de las personas que realmente tienen esas dificultades?

Para concluir me gustaría hacer especial hincapié en que el juego es un mundo en el que todos caben. Porque el juego en manos de los maestros y profesores con ganas es una herramienta poderosa. Así, no son muchas las adaptaciones que harán falta para jugar con todos, a veces basta con cambiar la perspectiva del juego, alguna regla, introducir una pequeña  variación  en  la  dificultad, los tiempos, el material, etc.  y  será suficiente  para  que todos los niños puedan jugar y por tanto aprender.

Bibliografía
-BAUTISTA VALLEJO, J.M. (Coord.) (2002): El juego como método didáctico. Propuestas  didácticas y organizativas. Granada, Adhara.
-VENTOSA, Víctor J. y MARSET, Rafael. “Integración de personas con disminución  psíquica en el tiempo libre”.  
-LOOKS, S. HOINKIS, U. (2007). “Las personas discapacitadas también  juegan”. Narcea, S.A. de Ediciones. Madrid.   
-MONTES AYALA, M. CASTRO GARCÍA, M.A. “Juegos para niños con  necesidades educativas especiales”. (2005). Editorial Pax México. México  D.F.  

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Información del artículo:

Fecha de publicación:
4 de marzo de 2009

Autor/a:
Cristóbal Manuel Burgos Bernal