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Artículo publicado en: Sin categoría » Número 4 (Noviembre 09) Recursos de formación (num. 4)


La cultura como elemento esencial en la enseñanza de segundas lenguas

La cultura como elemento esencial en la enseñanza de segundas lenguas 5Todas las sociedades tienen cultura que es puesta en práctica por los miembros que la integran. Por lo tanto, la cultura no es algo que tu tienes si no una producción colectiva la cual conforma un universo de significados. La UNESCO declaró en 1982:

“… la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.”

(UNESCO, 1982: Declaración de México)

Partiendo de la cita anterior por un lado y de mi experiencia propia como filóloga inglesa por otro, considero fundamental que en el aula se promuevan los conocimientos culturales, no sólo para que los alumnos se conozcan así mismos y sean capaces de comprender todo aquello que les rodea, sino también a nivel internacional. Eso sí, aprender a respetar a los demás empieza por respetarse a uno mismo y a todo aquello que forma parte de tu comunidad. Por lo tanto, el propósito de una enseñanza basada en la cultura es ayudar a los estudiantes a través de la afirmación de su propia cultura. Cuando el colegio reconoce y valida la cultura del estudiante, esto le ayuda a ser consciente de su patrimonio y a valorar los logros y destrezas de su familia, su comunidad y sus antepasados. Todos estos aspectos construyen un sentimiento de orgullo y autoestima que es el mejor regalo que cualquier maestro o profesor puede dar a sus alumnos. Pero además, resulta muy interesante abrir la mente de los alumnos a otros mundos que, en su mayoría, resultan desconocidos. Los aspectos culturales influyen de una forma determinante a la hora de entablar relaciones interpersonales. Aspectos culturales como la comida, la religión, los horarios, el tiempo meteorológico, etc, son determinantes en este sentido.

Considero de esta manera que la enseñanza de la cultura es un elemento fundamental en la enseñanza de segundas lenguas, más específicamente del inglés, y que además nos puede servir como puente de enlace entre ambas culturas: la cultura de origen (en este la caso la española) y la cultura a la que nos proponemos conocer (la inglesa, por ejemplo). Pero, ¿qué es tan revelador en la enseñanza de la cultura? ¿Por qué es un elemento imprescindible a ser considerado en clases de lengua extranjera? Parece que la cultura, como un conjunto arraigado de comportamientos y maneras de percepción, se convierte en un elemento de gran importancia en el aprendizaje de una segunda lengua. La lengua es una parte de la cultura y esta misma a su vez es parte de la lengua; estos dos aspectos están intrínsicamente relacionados, de manera que uno no puede separarse del otro sin perder su significado inherente.

Para dar una respuesta comprensible a las preguntas anteriores, necesitamos tener en cuenta las siguientes consideraciones. El mundo en el que vivimos requiere de gente que sea capaz de comunicarse con eficacia en, al menos, una segunda lengua y que sea capaz de desarrollar comprensión y entendimiento de la cultura de esta segunda lengua. Esto nunca sucederá a menos que la cultura esté enteramente integrada y de un modo sistemático como uno de los puntos más importantes del currículum. Sin perspicacia y destreza cultural incluso los hablantes con fluidez pueden seriamente malinterpretar un mensaje que hayan leído, y el mensaje que ellos intentan comunicar puede ser incomprendido. Esto es debido a que los estudiantes no comprenden completamente el marco esencial en el que el lenguaje funciona, es decir, la cultura. Como consecuencia, la competencia cultural debería ser promovida en todas las etapas de la educación.

La cultura como elemento esencial en la enseñanza de segundas lenguas 6Otro aspecto que hace de la enseñanza cultural, un elemento vital, en el marco del aprendizaje de segundas lenguas, es la actitud del alumno hacia la cultura de la lengua a la que se dirige el aprendizaje. El éxito en el aprendizaje de una segunda lengua se encuentra en cómo el alumno percibe la otra cultura. Los estudiantes con actitudes positivas están más altamente motivados. De hecho, la actitud no sólo afecta a la motivación del estudiante para aprender una lengua, sino también a su disposición para aprender y participar en el proceso de aculturación. El grado de aculturación determina la competencia que el alumno tiene en el aprendizaje de una segunda lengua, y sin aculturación la competencia lingüística será incompleta. En este sentido, el aprendizaje de la cultura ayuda al estudiante a dar forma a su subjetividad, amplía su experiencia social, desafía sus asunciones y cambia sus puntos de vista.

Como se puede comprobar, los argumentos que expongo indican la importancia para los profesores de inglés en particular, y los profesores de segundas lenguas en general, de prestar atención al proceso de aprendizaje cultural, el cual tiene un impacto de vital importancia para que los alumnos sean capaces de comprender la sociedad extranjera y comunicarse en su lengua. La persona que aprende un idioma tiene que ser consciente, por ejemplo, de las formas culturalmente apropiadas para dirigirse a una persona, expresar gratitud, hacer peticiones, estar de acuerdo o en desacuerdo con alguien… Debería además conocer que, modelos de comportamiento y entonación los cuales son apropiados en su propia comunidad lingüística, pueden ser percibidos de manera muy diferente por miembros de la comunidad lingüística de la lengua que se está aprendiendo. Se tiene que entender que, para que la comunicación tenga éxito, los aspectos lingüísticos están ligados a algo de igual importancia: la cultura.

En muchas clases, algunos aspectos culturales son enseñados implícitamente, incrustada en las formas lingüísticas que los alumnos están aprendiendo. Pero para hacer que los estudiantes sean conscientes de estos aspectos, los profesores podemos hacer de esas características culturales un tema explícito de discusión en relación a las formas lingüísticas que están siendo estudiadas. Por ejemplo, un profesor de inglés como segunda lengua podría ayudar a sus alumnos a entender la comunicación socialmente apropiada, tal como hacer peticiones que muestren respeto. Un alumno podría decir en inglés: “Hey you, repeat that” (en español, “Oye tu, ven aquí”). Esta petición estaría correctamente formulada desde un punto de vista lingüístico, pero no es culturalmente apropiado que un estudiante se dirija así, a un profesor. Un alumno llegará a dominar una lengua sólo cuando aprenda tanto las normas lingüísticas como culturales.

Por otro lado, me gustaría señalar que la información cultural que se presente en clase no debería de ser sentenciosa, de modo que no de lugar a valores o juicios de distinción negativos entre la cultura nativa de los estudiantes y la cultura que está siendo explorada en clase. Hay que evitar por todos los medios que los alumnos caigan en juicios de valor, menospreciando una cultura frente a la otra, ya que no hay culturas mejores o peores sino, simplemente, culturas diferentes.

Existen multitud de actividades divertidas, provechosas y atrayentes para el alumno que el profesor puede presentar en clase. Por ejemplo, es interesante presentar a los alumnos objetos o ideas que son específicos de la cultura que se está estudiando y que, normalmente, van a ser desconocidos para los estudiantes. El profesor puede preguntar a los alumnos que intenten adivinar el uso de dicho objeto, dándole pistas e información para que, poco a poco, la vayan incorporando a su visión del mundo. Posteriormente, los alumnos pueden buscar información sobre este objeto y comentarla con el resto de la clase. Esto nos puede llevar a una discusión guiada acerca de temas como la comida, fiestas, tiempo meteorológico… característicos de otras culturas en la que los estudiantes actúan como antropólogos, explorando y comprendiendo una cultura desconocida y diferente en relación a la suya. De este modo, pueden desarrollar un nivel de empatía apreciando el hecho de que el modo en el que la gente hace las cosas en su cultura tiene su propia coherencia.

Como la anterior, hay muchas actividades culturales que deberían de organizarse cuidadosamente y ser incorporadas en los planes de estudio para enriquecer el contenido de las materias. Algunas ideas interesantes para presentar la cultura en las clases pueden surgir a partir del uso de material auténtico como películas, periódicos, programas de televisión, fotografías, páginas de Internet, menús de restaurantes, folletos turísticos, etc. El profesor debe de adaptar dichos materiales de acuerdo con la edad y el nivel de los estudiantes. Con estos materiales auténticos, propongo actividades como las siguientes:

  • Realiza una búsqueda en Internet de folletos en inglés que inviten a personas de otros países a venir a España. Los alumnos tendrían que analizar cómo estos folletos o páginas webs presentan nuestro país y qué aspectos muestran para atraer al turismo internacional. ¿Cómo traducen ciertas palabras típicamente españolas al inglés? ¿Contienen estereotipos para atraer a los extranjeros? Esta primera actividad serviría para que los alumnos reconozcan su propia cultura porque conocer culturas diferentes comienza por descubrir la propia.
  • Otra actividad consistiría en ponerle a los alumnos una película o documental en los que se muestren aspectos culturales de otros países, como por ejemplo la película Lost in Translation. El profesor puede pedir a los alumnos que discutan temas como la comunicación no verbal (como por ejemplo, la distancia física entre dos personas que hablan, gestos, contacto visual…) de la sociedad de Tokio (lugar donde se desarrolla esta película), describir los comportamientos que observen que sean diferentes a los de su propia cultura y determinar qué estrategias usarían ellos para comunicarse con esta cultura.
  • Investigar qué fiestas se celebran en una comunidad de habla inglesa como, por ejemplo, Edimburgo. Esta actividad puede resultar muy atractiva para los alumnos y a través de la cual el profesor puede hacer reflexionar a los alumnos de cómo puede influir en las personas el clima y el tiempo en la cultura de un pueblo. Como es sabido, la mayoría de las fiestas andaluzas, por ejemplo, se celebran al aire libre (ferias, Semana Santa, cruces de mayo, fiestas patronales…) o incluso hacemos mucho uso de las terrazas de bares y restaurantes. Sin embargo, estas prácticas y fiestas al aire libre tan comunes para nosotros, resultan prácticamente imposibles para la sociedad escocesa, por ejemplo. ¿Cómo influiría estos aspectos en nuestros alumnos si viajan a un país con estas características?

Las actividades propuestas anteriormente pueden ser de gran utilidad para analizar la cultura en las clases y, como se puede comprobar, están integradas dentro de competencias básicas en la enseñanza de idiomas como la competencia para escuchar, hablar, leer y escribir. Por tanto, la cultura debe ser incorporada con detalle como un componente vital en el aprendizaje de una lengua. Los profesores de segundas lenguas deberían identificar piezas culturales clave que deben transmitir a sus alumnos. Los estudiantes sólo tendrán éxito en aprender una lengua si los aspectos culturales de la misma son considerados una parte inherente del currículum.

Bibliografía

  • Blair, Robert W, (Editor): Innovative Approaches to Language Teaching. Newbury House Publishers, 1982.
  • Brown, H. Douglas: Principles of Language Learning and Teaching. (5th Ed.) Prentice Hall, 2007.
  • Kramsch, C.: Context and Culture in Language Teaching. Oxford: Oxford University Press, 1993.

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Información del artículo:

Fecha de publicación:
5 de diciembre de 2009

Autor/a:
Mª Teresa Salazar Yuste