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Artículo publicado en: Sin categoría » Experiencias Educativas (num. 2)


¿Profesor por vocación o por obligación?

Soy profesora por vocación, estudié Magisterio porque era lo que realmente quería, me llena de satisfacción ver que mis alumnos aprenden y que tienen interés por aprender cosas nuevas. Pero ¿qué significa ser maestro? Un maestro, en sentido general, es una persona a la que se le reconoce una habilidad extraordinaria en una determinada escuela u otro lugar, enseñar y compartir sus conocimientos con otras personas, denominadas discípulos o aprendices.

Son muchas las veces que me he planteado esta pregunta, me gustaría saber si todos los que estudian la carrera de Magisterio, lo hacen porque le gustan los niños, porque su deseo es enseñar y educar y porque verdaderamente quieren dedicarse a ello.

Si intento reflexionar sobre esta cuestión, es porque sé que son muchas las personas que cuando acaban selectividad se encuentran con el problema de que no tienen suficiente nota para estudiar lo que verdaderamente quieren, y entran en Magisterio de “rebote”, otras que empiezan estudiando Química, Matemáticas o Filología, entre otras y terminan en Magisterio porque son tres años y porque piensan que es más fácil, tampoco podemos olvidarnos de aquellas personas que lo estudian porque su padre o madre es maestro, porque su abuelo lo fue, es decir, por tradición familiar. No podemos dejar de mencionar aquellos que eligen esta carrera porque realmente les gusta y quieren dedicarse a ello en un futuro con vocación e ilusión.

Pero ¿ qué ocurre con todas estas personas que estudian la carrera por estudiarla?, ¿cómo creen que desempeñan su tarea?, ¿nunca se lo han preguntado?. Cierto es que aunque al principio no tuvieran suficiente vocación, no significa que no se impliquen en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ¿pero todos se implican?, ¿ o algunos se limitan a dar sus clases sin más, sin preocuparse si la información se está transmitiendo de forma adecuada, si el lenguaje es claro y sencillo y si los niños aprenden?, ¿los tratan como alumnos, como personas, o como algo que forma parte de su trabajo?.

¡Son tantas las preguntas que podemos hacernos y tantas las respuestas que podemos dar!, ya que detrás de cada persona, de cada profesor, hay unos intereses, unos compromisos, que hacen que actúen de una u otra manera, ya que no sólo por el hecho de ser profesor por vocación no significa que sea un profesor ejemplar, que se prepare sus clases y que vele por los intereses y el aprendizaje de sus alumnos, porque ¿ creen que es suficiente tener vocación para ser un buen profesor?, claro que no, que influye muchas más variables, como el interés, la motivación, el grado de implicación o el compromiso, entre otros.

¿Y el entorno? ¿influye?, por supuesto, el contexto es algo que siempre está presente, ya que no es lo mismo los recursos, el nivel de los alumnos, la implicación de los padres o el ambiente dependiendo de un centro que en otro.

Algo que también tenemos que tener muy en cuenta es con qué tipo de profesores vamos a trabajar, no es lo mismo un grupo de profesores con la misma motivación e implicación, que todos trabajen por un mismo fin, que trabajen de forma cooperativa, y siempre para la mejora del centro y el aprendizaje de sus alumnos, que aquellos profesores que se dedican a desempeñar su tarea sin más, que no quieren colaborar en ningún proyecto y que sólo se limitan a dar sus clases.

Al hablar del proceso de enseñanza-aprendizaje, no nos estamos refiriendo a la mera transmisión de información, sino al ciclo total del proceso educativo desde la planificación y preparación de la enseñanza, la creación de ambientes propicios para el aprendizaje, la enseñanza propiamente tal, hasta la evaluación y reflexión sobre la propia practica del docente, necesaria para  retroalimentar y enriquecer el proceso.

¿Profesor por vocación o por obligación? 3

Pero, ¿no nos damos cuenta que ser profesor o profesora es un privilegio y una responsabilidad enorme?, si nos paramos a pensar, nos percataremos que está en nuestras manos, y me incluyo a mi porque también soy profesora, educar a las personas, es decir, formar a la población futura, a aquellas personas que en un futuro no muy lejano participarán indirectamente en nuestra vida, curándonos como médicos, protegiéndonos como policías, o manteniendo limpias nuestras calles como barrenderos, entre otros oficios,  pues siendo a nosotros a quien se nos encarga su educación tarde o temprano nos sentiremos recompensados porque al fin y al cabo hemos echo un buen trabajo.

¿Y que opinan de aquellos profesores que no se preparan las clases?, como se suele decir “cada maestrillo tiene su librillo”, y estoy completamente de acuerdo con que cada uno tenga una manera de explicar un tema,  pero lo que no podemos es llegar a clase como el que va a tomar café con un amigo, lo mínimo que tenemos que hacer es mirar el temario que nos toca dar, los ejercicios que vamos a realizar, y cómo lo vamos a dar, qué adaptaciones vamos a realizar, con qué contenidos pueden relacionarse, qué actividades de ampliación o refuerzo vamos a proponer…, Tenemos que tener presente que la metodología no consiste sólo en pensar actividades, sino cómo vamos a enseñar los contenidos, ya que debemos cuestionarnos cuál es el método más eficaz, y cual le conviene más a cada niño. Ya sabemos que cada alumno tiene unas necesidades y unos intereses distintos, y unos de los grandes principios es atender a la diversidad.

Otra cuestión que me inquieta es porqué la mayoría de los docentes, independiente de por vocación o por obligación, no ponen en práctica algunas pautas que se les dan en la carrera, por ejemplo, todos los profesores sabemos que lo mejor es hacer planteamientos globalizadores, e interrelacionar todas las asignaturas, ya que esto es un principio deseable en Primaria, se debe tender en la programación didáctica a tomar elementos de diferentes áreas, partiendo de centros de interés que engloben a los diferentes contenidos propios de las distintas áreas de la Primaria.

Igualmente, sabemos la falta que hace y lo beneficiosos que es trabajar con otros materiales que no sea el libro de texto, y ¿cuántas personas hacen esto?, ¿la gran mayoría porqué no lo hace?, de sobra es sabido que muchos se limitan al libro de texto por comodidad o porque llevan “desde siempre” con esta metodología y ahora les supone cambiar una mayor dificultad, pero el problema radica en que son muchos los profesores que llegan a un centro, y se encuentran con que todo es muy tradicional, con que el libro de texto hay que utilizarlo, porque si lo tiene es para algo, por lo que no tienen mucho apoyo para innovar, por lo que en vez de intentarlo e ir haciendo cambios poco a poco, prefieren adaptarse a la metodología impuesta por el centro y guardar en un cajón sus propuestas creativas, innovadoras y relacionadas con todas las materias.

Finalmente señalar el significado de la palabra enseñar, enseñar implica brindar una orientación sobre qué camino seguir. Puede aplicarse al acto que realiza un maestro, padres y madres. Por lo que no podemos olvidar el gran papel que juegan los padres en la educación de sus hijos, ya que enseñar no es sólo responsabilidad del tutor.

Por ello, resaltar, que ser maestro es una profesión dura, con mucha responsabilidad, que nos aporta muchas gratificaciones, pero para la que se necesitan una preparación, una vocación, y por supuesto, implicación.

Bibliografía:

http://lavocaciondensenar.blogspot.com/

http://etimologias.dechile.net/?ensen.ar

http://es.wikipedia.org/wiki/Maestro

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Información del artículo:

Fecha de publicación:
19 de enero de 2009

Autor/a:
Isabel Mª Dueñas Molero

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